Uno de los momentos que más nos puede gustar es el previo a empezar nuestra actividad deportiva, esa sensación de apretar nuestros cordones.

Tras un día largo de trabajo llega el momento de desconexión a través de la carrera. Nos empezamos a cambiar, camiseta, pantalón, hasta que llega ese momento donde nos calzamos las zapatillas y tiramos fuerte de los cordones… ¡error!

Piensas que, si aprietas fuertemente los cordones podrás correr más fuerte, más lejos, más rápido… Lo que sucederá es que empezaras a correr y con el paso del tiempo tus pies se empezarán a hinchar, como no tendrán espacio suficiente empezarán las molestia, los dolores, y no dejaras de pensar en ese momento de terminar y sacarte el calzado.

Ese dolor por la presión hará que la circulación de tu pie no sea el más adecuado, por eso hay que evitar estas situaciones. Ante estos posibles síntomas no tengas miedo en parar, y aflojar esos cordones.

En disciplinas como el trail con el paso de los kilómetros y el terreno tal vez los cordones se suelten algo… Va a empezar el descenso y tal vez necesites apretar algo esos cordones para que el pie se fije bien dentro de la zapatilla… siempre hay que tener el control. También puedes aprovechar los avituallamientos de estas pruebas para ajustar todo, o el momento en el que nos quitamos alguna piedra de dentro.

Aprieta tus cordones, pero no mucho, que notes esa sujeción en el pie para que este se sienta seguro, tienes que notar comodidad. Nunca aprietes mucho los cordones, ya que a la larga te dará problemas.

Recuerda que tus pies es una parte importante en esto de la carrera… es un consejo sencillo y para los veteranos algo tonto, pero creerme que los pies te lo van agradecer.


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